Guadual una experiencia diferente

Quito pareció ser mi segunda casa hoy en días. La primera razón para ir a esta ciudad fue Julio Jaramillo el Musical de JJ, una producción del Teatro Sánchez Aguilar, escrito por Cristhian Valencia. Viajar por trabajo es lo mejor que me puede suceder!

La producción fue presentada en la Casa de la Cultura Ecuatoriana, un teatro con capacidad de más de 2000 personas. Lo hermoso de esta obra fue el impacto que generó en el público ya que contaba la historia de un ícono ecuatoriano, el gran Julio Jaramillo. Los que lo conocían lloraban, sentían y vivían la historia de manera sincera. Después de las funciones, salíamos a conocer Quito. Por primera vez conocí la Plaza Foch, una zona popular de Quito donde encuentras bares, discotecas y mucha neblina.

Estuve en dos lugares de la plaza Foch: Sugar (Un bar con flamantes llamas como decoración) y Chupitos, un bar pequeño rodeado de rock latino, donde se consigue licor a buen precio.

Al día siguiente aproveché la mañana para conocer el Centro Histórico de Quito junto a dos amigos del elenco. Conocimos el Teatro Sucre, el Museo de Cera, la Catedral y debido a que el día anterior perdí mi cédula, no pudimos entrar a Carondelet.

La segunda razón por la que tenía que viajar a la capital era para audicionar en La Voz. Siempre había querido vivir la experiencia de un reality, pero ninguno me convencía. Con un amigo fuimos a audicionar y salí escogida para la fase de "Audición a ciegas".  Al inicio estaba emocionada, pero tenía un contrato firmado que tarde o temprano iba a interferir en mi proceso. El día anterior a la audición a ciegas por el trabajo llegué a la madrugada y fui a audicionar cansada, con hambre y sin ganas. Finalmente pude entrar y formé parte del Team Beta. Por el tiempo, ciertas cosas contractuales y cuestionamientos artísticos decidí renunciar a La Voz y sinceramente no me arrepiento.

En su lugar viví "El Guadual".

Guadual es un circo-teatro que mezcla números de circo, con una dramaturgia y música en vivo, dirigido por Leandro Mendoza. Yo tomé clases de Aerodanza como entrenamiento previo a los ensayos para que no se me haga muy difícil las 8 horas diarias de ensayos. Pese a que yo cumplo la función de cantante en esta producción, igual tenía que entrenar como los demás. La rutina diaria consistía en dos horas de preparación física (Ejercicios de danza, abdominales, paradas de mano, acrobacias, etc), cuatro horas de trabajar en los números (En el circo cada acto individual se llama número), y finalmente tres horas de montaje de escena. Llegaba muy cansada a mi casa, o a mis clases de baile. Hay un ejercicio que hacían los acróbatas llamado Tercera Altura, donde tres hombres se paraban encima del otro. Esto generó un impacto fuerte sobre mí cuando lo veía.  A la segunda semana quería llorar porque sentía que era demasiado para mí.

A parte de esto, los chicos me animaban a hacer segunda altura, que es pararte encima de los hombros de otra persona. Al inicio me daba mucho miedo, sin embargo, al mes y medio superé miedo. El entrenamiento se realizaba en dos lugares: El Teatro Sánchez Aguilar y la Base Naval.

Entrenar en la Base Naval era un poco duro porque hacía mucho calor, todo estaba lejos y habían iguanas por todas partes. Ahora que han pasado dos meses y medio de entrenamiento y que terminamos esa etapa, empiezo a extrañar los ensayos y a la Base Naval.

Cuarenta horas a la semana de trabajo físico para llevar a cabo un espectáculo, generan un impacto en los artistas. Después de un mes y medio de entrenamiento, gran parte del elenco tenía cansancio físico y emocional. En ese lapso llegaron los músicos, renovando el ambiente empezamos los ensayos musicales y producción musical. De cierta manera yo quedaba un poco liberada del entrenamiento físico para enfocarme en la parte musical. Debo confesar que al principio pensé que los músicos se irían, pero me sorprendieron lo fuerte que son y las ganas que le metieron a esta producción

Hasta que llegó la semana del estreno del Guadual!! El día anterior al estreno se modificaron escenas, música y se montó el final de la obra. Dos meses y medio no son suficientes para crear un espectáculo de circo, sin embargo, todos los integrantes del elenco pusimos de nuestra parte para hacer esto posible. El estreno fue bonito, a nuestra sorpresa le gustó al público y nuestro esfuerzo de dos meses y medio quedó plasmado en una noche; además esto formó parte de la historia del arte ecuatoriano ya que es la primera creación de nuevo circo en Guayaquil. Quedan más funciones para divertirse y un viaje a España donde estaremos representando al Ecuador en un Festival.

Mientras tanto artísticamente este proceso ha causado cuestionamientos internos que me han hecho tomar decisiones importantes. Además he empezado a hacerme amiga de las imperfecciones, promover la aceptación de las mismas; y a emprender mi camino artístico, a mi manera. Luego les cuento más!

Les comparto un video que he grabado y al fin puedo compartirles. Les va a encantar!! 

PS: Mientras estaba en camerinos pude tomar estas fotos :)