sábado, 25 de mayo de 2013

Guayaquil de mis amores, al fin!



Luego de pasar por Cusco, fui a Lima. Me quedé en casa de un miembro de AIESEC, la organización por la cual me fui de intercambio. Me encontré en Lima con una alemana que conocí en Guayaquil a finales de Diciembre. Fue muy agradable verla después de algunos meses. Compartíamos algo en común, viajábamos solas. Ella se quedó en la casa donde yo me hospedé.




Esa noche, salimos a Miraflores con otros internacionales que estaban de intercambio. Entramos gratis a Gótica, una discoteca exclusiva en Lima. Yo tuve que hacerme pasar como italiana, y Mirja (la alemana) como norteamericana, para poder entrar gratis junto a un italiano, un español, una francesa y una canadiense. Por sorpresa me encontré a una amiga que hice en un intercambio anterior que fue en Disney World, Orlando-Florida. Meche (la limeña que conocí en Estados Unidos) me contó su historia de amor con un inglés que tuvo final verista.



Esa noche lo pasamos muy bien. Yo bailé con Tony (Richard Beymer) del musical West Side Story y me sentí Maria : ). En realidad no era Richard Beymer, sino que el chico era idéntico a R. Beymer cuando grabó el musical. Nunca le pregunté su nombre, sólo fuimos Tony y Maria en Lima :)


Al día siguiente, después de un desayuno inmenso con la familia del chico que me recibió, la alemana y el italiano; tuve que despedirme de todos para emprender mi regreso a Guayaquil.

26 Horas pasaron, hasta que al fin llegué a Guayaquil. ¡Mi bella ciudad! ¡Qué alegría regresar después de tanto tiempo! Pasó una semana y creo que he engordado algunas libras. No he parado de comer frutas, platos típicos, dulces, etc.

Después de dos meses y medio de calcular mis gastos, no excederme en mis actividades, al fin pude comer sin sentir más cargo de consciencia que de engordar. También he salido con mis amigos, he practicado guitarra( aún soy mala), he visitado familiares, he retomado mis estudios y algunas actividades. Todavía falta hacer algunas cosas, pero estoy disfrutando cada minuto que va pasando.

El clima caluroso y húmedo de Guayaquil es lo único que no tolero de mi ciudad. Las personas son amables, cálidas y trabajadoras. La ciudad ha embellecido, o mis ojos la miran con otra perspectiva. Aún así quedan los recuerdos del gran Buenos Aires, como un sueño lejano, como un tango. Mi Buenos Aires querido, ¿Cuándo te volveré a ver?

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