Al llegar a Lima, me di cuenta que era cinco veces más
grande que Guayaquil, muy parecido pero con mas negocios, personas y las
noches no son muy alumbradas. Estaba algo preocupada porque sabía que tenía que tomar el bus de trasbordo a Buenos Aires y me parecía tarde.
La impresión de
Lima fue de una ciudad grande, con carreteras, buses y puentes creativos. Mucha
actividad comercial, casas simpáticas, no vi tanta pobreza en comparación al número
de habitantes que tiene. Cuando me bajé del bus fui directamente a pedir información
de mi bus, pero nadie me entendía. Parecía que mi dialecto no lo entendían, o
no me expresé bien. En fin, después de hablar con muchas personas que trabajan
en Cruz del Sur, fui a Administración y me dijeron que mi bus ya se había ido.
Mi primera pregunta fue "Señor, cuando sale el siguiente bus?", el me
contestó "Mañana creo que sale uno, o que día quiere irse?". Agravada
por esta pregunta/respuesta le contesté "Señor, yo tengo que estar en
Buenos Aires el Domingo!!". El me dijo "No puedo ayudarla, solo tenga
paciencia".
Mi libido empezó a incrementar, le dije que
me tenían que solucionar el problema, pero parecía que hablaba con una piedra.
Bajé, hablé con alguien más, pero nadie me daba una solución, regresé donde el
señor, le imploré que me buscara un bus. Llamaron a otras compañías
y que solo les daban fechas de salida como el 7 de Marzo!! Me quería morir,
empezaron las lagrimas involuntariamente a salir de mis ojos, y lo único que me
respondía era "Señorita, tenga paciencia".
Tuve que decirle "¿Señor usted tiene hijas? ¿Le gustaría
que le pase lo mismo que a mí?", "Tengo 20 años, nunca he viajado en bus
por Sudamérica, no tengo familia en Lima, necesito estar en Buenos Aires antes
del Lunes, pagué mucho mas por
venir en esta compañía, su bus se demoro una hora en llegar a Lima, me dejo
botada el otro bus y quiere que tenga paciencia?"
Recién allí, me presto atención
y trato de solucionarme el problema. "La solución", devolverme el
dinero $ en Soles peruanos. Le dije: "¡Señor, yo no necesito su dinero! ¡Necesito un bus a Buenos Aires!" Me contestó: "Mañana le buscamos un
bus a Santiago, para que tome otro a Buenos Aires". Me indigné y le
contesté "O sea..¿yo tengo que pagar su error?". Luego me dijo: "Le
devolví su dinero". Si ha habido un momento más indignante que he tenido en la
vida, ha sido este.
Me fui al salón VIP a conectar mi laptop para
comunicar lo que me había pasado a Ecuador, seguía llorando. El tipo que me
"resolvió el problema" me dijo que me espere allí, mientras me buscaban un
bus. Mi mentor de Aiesec Ecuador, me consiguió alojo en la sede de Aiesec en
Lima. Cogí un taxi y me fui a la casa de ellos que quedaba muy cerca del
terminal de Cruz del Sur. Conocí tres chicos peruanos, que me recibieron de
buena forma. Ya estaba calmada, y me ayudaron a pensar mis posibilidades. Al
entrar al cuarto que me asignaron, había una cama grande en la que podía
dormir; sin embargo, no pude. La cabeza me dolía mucho y solo pensaba en
"¿Como llegaré a Buenos Aires?".
Al día siguiente me levante a las 6:00 am. pero nadie
estaba despierto, así que tuve que esperar a que sean las 8:00 para despertar a
alguien. Entre la espera, intenté llamar a Ormeño y Cruz del Sur, pero no sabía
que códigos usar. Incluso marqué, el numero estaba equivocado y le dije a la
que me respondió: "Disculpe, no soy de aquí y no sé marcar, ¿me puede
ayudar?" Intentó ayudarme, pero no le entendí :S. Me decidí a despertar a
alguien porque no podía perder más tiempo, y un chico me ayudó a marcar, pero
no respondían, al final respondió una mujer muy déspota que no me dio la información
correcta ni precisa.
No lo pensé dos veces, fui caminando a estas compañías a
preguntar personalmente por boletos a Buenos Aires. En la primera, Ormeño, le
pregunte a la mujer encargada de los boletos si había buses a La Paz para hacer
trasbordo a Buenos Aires, me dijo que salía mañana, luego pregunté por un
boleto a Buenos Aires y me dijo que si había para las 10:00 am del mismo día.
Me emocioné y le dije "Lo compro". Pero se fue a conversar con otra
mujer, no me prestaba atención. Mi desesperación regresó, las lagrimas
volvieron a salir, la mujer ligeramente se conmovió y me atendió después de 30
minutos.
Luego con una sonrisa en mi cara fui a Cruz del Sur a
ver mis maletas. Reclamé por el problema que me habían causado, pero solo recibí
como respuesta "Si gusta, escribanos una carta quejándose". ¡Un
calvario! Cogí un taxi y llevé mi equipaje a Ormeño, cuando lo iban a pesar, me
llamaron a la caja. En mi mente dije "¡Oh no!", mi presentimiento fue
cierto, la tipa me dijo que se había equivocado y me había vendido un boleto
duplicado y que me vaya en el bus del siguiente día". La quise matar, pero
mi histeria comenzó con lagrimas, desesperada porque me iría en un Bus
horrendo, a un precio más caro que en Guayaquil, llegando tarde a mi destino.
Un señor me recomendó "Hacer una carta quejándome". Esta vez lo hice y
pensé en la embajada de Ecuador. Los amenacé con la embajada, me prestaron atención
y buscaron si había un asiento desocupado. Pedí a todos los santos que si
hubiera, ¡pero no! Lima tenía una sorpresa para mí...
Fui caminando a la embajada de Ecuador, que quedaba
lejos, un policía me ayudó. Usó su teléfono para pedir la dirección
exacta y con GPS me dio las mejores recomendaciones para llegar. Al final
llegué a mi oasis, presenté mi cedula y me dejaron pasar a una casa bonita con árboles
y adornos de la cultura ecuatoriana. Tuve que esperar para ser atendida, el cónsul
me recibió, escuchó mi historia, me recomendó "Escribir en el libro de
quejas que hay en Perú, pidiendo desembolso de dinero, solución e indemnización".
Al final de nuestra charla, volví a llorar, me ofreció un abrazo y una llamada
a mi madre. Mientras hablé con mi madre le expuse mi situación, se preocupó, y
yo no podía parar de llorar. Lo sé...¡soy una llorona!
De regreso cogí un bus, me cobró un sol y medio, pero
el señor que estaba sentado al lado mío, me dijo que costaba solo 50 céntimos.
Le pedí el vuelto y no lo podía creer. El señor se quería aprovechar de mi
ingenuidad, pese a que estaba llorando.
Cuando llegué a Cruz del Sur para
plantar mi queja, compré agua y un "guineo/banana:" me dieron un
maduro(guineo para freír). Fui de nuevo a la gerencia y el guardia me preguntó
para qué iba, tenía mucho coraje le respondí "Señor, creo que todo Cruz
del sur sabe mi historia, no tengo ganas de volverla a contar, déjeme
entrar!". Su cara se ensombreció un poco, para mi sorpresa los peruanos
son más sensibles de lo que pensé. Entré, diciendo "Vengo desde la embajada
de Ecuador y quiero quejarme por el problema que me han causado". Esas
palabras fueron claves, para ser escuchada.
El señor me hizo sentar, me dijo
que ellos ya habían tenido la solución, pero yo no estaba en la mañana y el bus se fue. Me iban a mandar a Santiago con conexión a Buenos
Aires, con descuento. Yo seguía molesta, le dije que no podía ser
posible, el señor que me atendió al día anterior me dijo que yo lo tenía que
pagar, las mujeres de la boletería no me habían dado solución, y lo único que me decían
era "tenga paciencia".
El señor dijo que iba a ver si me enviaba a una ciudad
de Perú, le repetí que quería presentar mi queja contra la compañía.
Milagrosamente encontró un boleto para Buenos Aires para el día siguiente, me
lo venderían con descuento y me pedían disculpa por el daño causado. Sus $20 de
descuento no me sirven de nada, pero con las disculpas, un bus en Cruz del Sur
y no en Ormeño para Buenos Aires fue suficiente.
Regresé a Ormeño a pedir devolución
del dinero, se tardaron una hora en hacerlo. El hombre que pesaba el equipaje
me pregunto mi historia, le conté y me respondió "Poniéndome no como
trabajador de compañía sino como un hombre común, usted cree que le deberían
dar el desembolso del dinero. En ningún otro país lo harían
por usted" Le dije "¿Como? Señor, en Cruz del Sur que es una compañía
peruana me devolvieron el dinero y me hicieron un descuento, ustedes que me
vendieron un boleto duplicado no deben devolverme dinero? Obviamente me tienen que devolver el dinero."
Volví a Cruz del Sur, les dije que no tenía más dinero
porque lo tenía en mi maleta que dejé en la sede de Aiesec Lima. Me vendieron el boleto a $220. Cuánto dinero de saldo
tengo de esta devolución? "30 soles" en comparación a "30 dólares".
El cambio esta en 2.31 soles por dólar aproximadamente. Salí
con mi boleto en mano y me encontré al cónsul de Ecuador que me había atendido
cordialmente, lo abracé, le agradecí por su ayuda y me deseó lo mejor para mi
viaje.
Llegué a la casa abatida, y desde allí escribo,
recordando esta pesadilla, que algún día sonreiré, y en la noche que saldré,
espero sea recompensada. Viendo a los chicos trabajar, empecé a entender mucho mas de Aiesec. Ahora tengo el presentimiento que todo irá mejor!
PD.
Disculpen los errores ortográficos, y de sintaxis. Luego lo edito,
escribí esto porque algunos querian que escriba sobre mi
aventura....Luego les cuento como salgo de estas :)
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